EL PUEBLO

Se lamenta y se rebela contra el gobernante. Pide y clama justicia social, pancarta en mano llena plazas y calles. La pobreza  y el paro amenazan el presente, listas interminables de desempleados impotentes.

Recortes en educación y sanidad, en prestaciones sociales para la tercera edad,  los servicios públicos ya no son como eran antes. A los comercios y tiendas apenas entra  gente, se queja el comerciante, el descenso en el consumo de bienes dice, es alarmante. Al gobierno solo le preocupa la banca, los saldos contables, equilibrar sus balances. Ésta castiga con desahucios, al pueblo arruinado deja en mitad de la calle. Hoy soplan malos vientos para la clase trabajadora, para los currantes, para el sano y el enfermo, para el loco y el cuerdo, para hijos y padres. Para el listo y el tonto, para el que no escucha y el sordo, para los estudiantes. Este gobierno no tiene entrañas, no tiene conciencia, por sus venas no corre la sangre. El pueblo ha sido engañado, vendido y timado, como mercancía de veredas, de condición rumiante. Plantas de hospitales cerradas y enfermos de su curación pendiente, escuelas masificadas, profesores al paro, políticos incompetentes. Nuestra mejor generación se está perdiendo y el gobierno se rasca la frente, en otros países serán aprovechados y a ellos la cuestión casi les divierte.

Licenciados en reformas y doctorados en recortes, los viernes en el telediario Soraya advierte. Que continuaran las medidas reformistas, y el control del déficit, cueste lo que cueste. Asi lo ordena Bruselas, el FMI y la Merkel. Éste Rajoy es un títere, un muñeco de trapo, de feria un juguete. Un miope con el corazón helado, no se merece que nos represente.

Esta es la triste realidad de unos gobernantes decadentes, que hacen pagar al pueblo su incompetencia, su mal oficio indecente. Son tiempos de lucha, de manos alzadas bien alta la frente, de gente indignada, de clases desplazadas, que políticas equivocadas las empobrece. Hoy más que nunca el pueblo muestra su lucha, tras de las barricadas, como guerreros en el frente. Somos el hazmerreír de Europa y del mundo, de norte a sur, de este a oeste. Siempre pagamos los mismos, nos rascamos el bolsillo los de siempre. Reformas salvajes, decretos de la mañana de viernes, luchemos con fuerza y coraje por los que detrás nos vienen. Hay que seguir luchando sin cesar en el empeño. Continuaremos gritando hasta que nos escuche este ruin gobierno.

 Bernardo Simón